Gran Colombia contaba para mediados de los años 1820 con un ejército de 25.000 a 30.000 hombres, de los cuales alrededor de la mitad eran tropas regulares y el resto milicias.17 La calidad de los soldados colombianos variaban: desde veteranos con años en servicio en unidades elite como el batallón Voltígeros, el batallón Rifles, los Bravos de Apure, el batallón Albión; a unidades mal apertrechadas y mal entrenadas que participaban en labores como milicias y guerrillas.
La armada contaba con una variedad de buques, incluyendo varios navíos de más de 60 cañones, fragatas de 44 cañones, y muchas unidades menores.18 La armada se concentró en la bahía de Cartagena en 1825, realizando ejercicios como preparativo para la planeada invasión a Cuba y Puerto Rico que al final no se realizó. Al estallar la guerra con Perú, la marina se hallaba en buena parte en el mar Caribe.
La Gran Colombia era en gran medida un país altamente militarizado, sus fuerzas armadas ocupaban un papel de gran importancia tanto en la república como en la política. En especial en sus últimos años cuando el Libertador había vuelto del Perú, creció el militarismo bolivariano en un intento de frenar la creciente popularidad de los liberales santanderistas y los movimientos secesionistas en Venezuela y Ecuador. Estas discrepancias políticas escalarían hasta que Bolívar proclamó su dictadura.
Bolívar era partidario de unas fuerzas armadas permanentes y en pie de guerra que pudieran mantener la paz interna mediante la coerción, resguardar la soberanía de la nación y permitir a Colombia jugar un papel de importancia en la política americana. En cambio Santander quería una reducción de las fuerzas para disminuir tanto sus costos como su participación política
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